Les dejo una producción literaria personal. Ésta fue pensada para una audiencia infantil (NB1) a modo de intruccirlos al eje "Tierra y Universo", asignatura de Ciencias Naturales.
Mucho Gusto Cielo.
Personajes:
Sol, Insecto, Animal, Luna, Estrellas y Nubes.
Narrador:
Hubo una vez un tiempo, hace mucho, mucho, muuuuuuuuuuuuchos,
muchos años, que en nuestro mundo surgió una pregunta que nunca
antes se había hecho ningún habitante, la cual cambió la historia
para siempre.
Todo comenzó un día Domingo, no cualquier Domingo. Aquel día especial fue uno increíblemente soleado y caluroso. Los animalitos e insectos que habitaban nuestro planeta tierra compartían en su tiempo libre...
Todo comenzó un día Domingo, no cualquier Domingo. Aquel día especial fue uno increíblemente soleado y caluroso. Los animalitos e insectos que habitaban nuestro planeta tierra compartían en su tiempo libre...
Animal:
¡¡¡Pero que calooor!!!
Insecto: Si, estoy agotado, descansemos
en la sombra de algún árbol para escapar del calor del Sol.
Narrador:
Insecto y animal se ubican en un árbol cercano. Ahí se instalan con
actitud pensativa mientras pasan el rato agitando sus manos con las
hojas más grandes de aquel árbol. Cuando de pronto a insecto le
surge una inquietud...
Insecto:
Oye animal... te haz puesto a pensar si el sol no existiera, ¿cómo
sería nuestro mundo? Estoy seguro que no tendríamos que lidiar con
este calor infernal...
Narrador: Insecto, al emitir su comentario, no dimensionó el efecto
que producirían sus palabras.
Sol: Cof cof cof (tos) eeh... Perdón la intromisión, pero escuché mi
nombre y no pude evitar las ganas de intervenir en su conversación
de pequeños seres vivientes....
Por lo que oí, ustedes comenzaron cuestionando mi existencia, acaso ¿Les gustaría que no estuviera?
Por lo que oí, ustedes comenzaron cuestionando mi existencia, acaso ¿Les gustaría que no estuviera?
Ustedes
no comprenden que gracias a MI, su pequeño planeta Tierra tiene 8 vecinos
de distinto tamaño y composición. Claro, de todos ellos, mi regalón es Mercurio, es
un chiquitín que siempre se encuentra a mi lado.En cambio, su casa, la Tierra, se ubica en el tercer
puesto y es un planeta de color muy azul, eso por poseer grandes océanos.
Al parecer,
ustedes no están al tanto de que gracias a mi presencia ustedes
pueden vivir en él... ¿no?, ¡parece que no lo tienen en cuenta!
Animal: Pero señor Sol, no lo tome como algo personal.... es solo que hoy se
pasó para darnos luz y calor y eso nos tiene un poco abrumados...
solo eso.
Narrador: Animal interrumpe al Sol con evidente nerviosismo. Continúa su amigo
queriendo explicar los motivos de su comentario...
Insecto:
Señor Sol, lo que pasa es que se ha vuelto insoportable su
presencia, con todo respeto....
Sol:
¿¿CÓMO ME DICEN ESOOO?? yo que los alimento de energía vital y
doy todo lo que tengo por ustedes.....
Insecto: Pero, déjeme terminar... con todo respeto nuevamente, pero usted es
muy egoceeeéntrico. Usted, usted es la estrella más importante de
nuestro sistema solar, es un cargo muy importante! Lo sabemos. Sin
embargo, con todo respeto, usted siempre quiere ser el protagonista
de la escena, y es que, con todo respeto, se acuerda que usted se
llevaba muy bien con sus amigas las nubes... ¿¿Y?? ¿Dónde están
ellas ahora? ¿Para dónde las mandó? A júpiter las mandó... y
allá ellas se tuvieron que adaptar, ¿o me equivoco?
Sol: No, no te equivocas en nada pequeño ser. Las Nubes intentaron
opacarme y yo no lo toleré. Mi carácter es complicado, ellas los
sabían muy bien, nos conocíamos hace años, creamos juntos este
planeta. Sin embargo eso no les autoriza a humillarme ni opacarme con
su presencia... Entonces,si se dan cuenta, el culpable
no soy yo, son ellas que osaron desafiarme, por
eso ustedes sienten mi intenso calor jo jo jo jo.
Narrador:
La actitud del Sol no contribuía para nada el diálogo. Él simplemente se
jactaba de su supremacía. Insecto y Animal no se dieron por vencidos
e hicieron una nueva intervención.
Animal: Pero don Sol, ellas no lo desafiaron ni tampoco lo humillaron, solo
cumplían con su trabajo, el de mantener equilibrada nuestra
temperatura y no exponernos a tanto calor, como el de hoy.
Insecto:
Animal, no hay caso, creo que
debemos hilar mas fino y llegar al meollo del asunto.
A ver, a ver
señor Sol, con todo mi máximo respeto... Usted es una estrella,
¿cierto?
Sol:
Si, la más grande del sistema
solar.
Insecto:
Ok. Si usted, con todo respeto, se autoproclama ser la MÁS grande,
deduzco que reconoce la existencia de otras mas pequeñas... ¿o me
equivoco?
Sol:
No, no te equivocas. El resto de estrellas están a mi alrededor
ubicadas en el Univrso, pero con mi brillo ellas no se ven. O sea,
obviamente las opaco!
Animal
e insecto: Mmmm...
Narrador:
A estas alturas, Animal e Insecto ya estaban claros de la actitud
soberbia y arrogante del Sol. Sin embargo, no bajaron la guardia y
continuaron con su cometido.
Animal: Y a usted ¿Le gusta que eso suceda con las estrellas más
pequeñitas?
Sol:
¡Así es como debe ser!
Narrador:
Dichas estas últimas palabras se une un nuevo personaje al diálogo
que previamente solo sostenían el Sol, Insecto y Animal. ¿Quién
creen que es?...
Luna:
¡Ejm! Permiso, necesito aclarar algo. He escuchado muy bien todo lo
que ustedes mis queridos amiguitos de la tierra han hablado con el
Sol. Lamentablemente, como ustedes habrán notado él es un tantito
testarudo y bastante egocéntrico.
Animal e
insecto: ¡UFFF!
Insecto:
ni que lo diga señorita...
Animal: En todo caso usted ¿De dónde viene y en qué momento apareció?
Luna:
(sonriendo) Yo estoy siempre presente en el cielo, dicen que soy un
satélite natural de éste planeta.
Sol: pf! Y a
nadie le importa que seas un satélite y esas cosas aburridas. Está
claro que tú no aportas en nada a la Tierra.
Luna:
Te equivocas cariño. Yo soy muy importante, al igual que tú, que
las nubes y que el resto de las estrellas con las que compartimos
este cielo. Tu narcisismo no te deja ver los maravillosos procesos
que podemos lograr si trabajamos en conjunto... Y realmente, quienes
pagan el precio por tu actitud egoísta son los seres de la Tierra,
seres como ustedes mi queridos amiguitos.
Insecto: Con todo respeto señorita Luna, yo nunca me había percatado de su
presencia en el cielo, debe ser por la intensa luminosidad del Señor
Sol, que opaca a las estrellitas y de pasadita también a usted, o me
equivoco?
Luna:
Así es pequeño. Sucede que para que ustedes me observen en el cielo
junto a las estrellas es necesario que el Sol se esconda. Si lo hace,
les demostraré lo que les digo.
Narrador:
Animal e insecto muy curiosos le ruegan al sol para que entre en
razón y deje a la luna hacer su trabajo.
Insecto y
Animal: ¡POR FAVOOOR! ¡POR FAVOR! ¡POR FAVOOOR! ¡POR FAVOR!
¡TE LO SUPLICAMOS! ¡MORIMOS DE LA CURIOSIDAD! ¿TÚ NO señor Sol?
Narrador:
En ese momento ambos amiguitos tocaron el punto débil del Sol, la
intriga,... ¿Qué habrá sucedido luego?
Sol:
Mmm, creo que... sólo por ésta vez, les daré el privilegio de
quitarse aquella curiosidad.
Narrador:
Entonces, haciéndose el indiferente y ocultando las ganas de ver el
maravilloso espectáculo del que habló la Luna, el Sol fue bajando
del lugar habitual hasta desaparecer...
Luego
de unos momentos todo se oscureció. Sin embargo, una luz diferente
iluminó el cielo. Era a luz de la Luna y las estrellas, las que se hicieron
presentes por primera vez en la Tierra.
Ese
día, que ya no era día sino noche, fue la primera noche para toda la
existencia de la tierra. Fue un momento majestuoso, silencioso, un
momento de recogimiento, de frescura y tranquilidad para todos los
seres vivos.
Desde
aquel acontecimiento, el sol entendió la importancia de sus
compañeros de Cielo. Para enmendar su largo y gran error se disculpó
con las Nubes y las invitó a pasar un rato junto a él cada vez que quisieran. Las Nubes aceptaron de inmediato y sin rencor alguno.
Por
otro lado, en la Tierra, Insecto y Animal le agradecieron y
reconocieron el positivo cambio de actitud que manifestó el señor
Sol. Ellos a cambio, ya no se quejaban por el calor de sus días, más
bien disfrutaban cada rayito que éste les otorgaba. A su vez,
comprendieron que cuando el Sol empezaba a descender se oscurecería lentamente hasta caer la
noche y de a poco, se asomarían sus nuevas amigas: la Luna y las Estrellas.
Entonces, diariamente, cuando la Luna y las Estrellas se apoderaban del cielo, Insecto y Animal ya estaban listos para descansar y cerrar sus ojitos porque sabían que sus amigas cuidarían y acompañarían con su tenue luminosidad sus sueños.
Entonces, diariamente, cuando la Luna y las Estrellas se apoderaban del cielo, Insecto y Animal ya estaban listos para descansar y cerrar sus ojitos porque sabían que sus amigas cuidarían y acompañarían con su tenue luminosidad sus sueños.
Fin.
que bonito astriii!!! lo hiciste tu sola?
ResponderEliminar... tengo potencial, cierto? jajaj
ResponderEliminarCreo que mi destino es ser como Poly (Mi novia Poly): escritora de cuentos para niños. Además, el Ñoño baila salsa como Ben Stiller. jajaj
Besos
jajajajajjajaj estaba esperando un comentario así astrid xd, esta muy lindo ... eres secaaa!!!
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